Interesados por difundir el conocimiento sobre métodos y herramientas, en Jesster Estudio hemos creado este pequeño texto para ti.
Si bien el modelo AIDA puede tener dos aplicaciones, una enfocada al mundo de las ventas y otro dirigido como efecto de la publicidad, el modelo tiene el mismo significado para ambos.
Nacido por allá de los lejanos 1898, este modelo sigue aún en nuestros días. Atracción, Interés, Deseo y Acción son las etapas que lo conforman, y sí, las iniciales de cada etapa son las que forman y dan nombre a este modelo de Elias St. Elmo Lewis.
Aida con enfoque a ventas
En las ventas el modelo Aida suele utilizarse para la captación de clientes y el cierre de una venta comenzando con la atracción la cual puede utilizar recursos de promoción y publicidad. En la etapa de interés se busca despertar el interés del cliente por nuestro producto al mostrarle sus beneficios, características, etc.
Una vez despertado el interés se engancha al cliente dejándolo con “ganas de más” lo que hace que despierte un deseo, una voz interior que diga “Yo lo quiero”. Así se llega al final del modelo con la acción, básicamente el cierre de la venta.
Aida dirigido a la publicidad
Este mismo modelo suele aplicarse al mundo de la publicidad para explicar el efecto de un mensaje publicitario en la audiencia. En la atracción logras despertar el interés del público con el mensaje, atraerlo para escuche lo que tienes que decir.
En el interés el público ya está dispuesto y a la espera de escuchar tu mensaje, una vez recibido este comienza un deseo por saber más por lo que estos irán en busca del producto o de más información cerrando todo con una acción la cual puede ser desde compartir un video o información, la recomendación del producto o el ir a un punto de venta en busca de este; este enfoque es similar al anterior solo que visto desde otra perspectiva.
Sebastian GC @ArcillaBaker