La Economía Naranja: el desafío de apoyar a los autores

La Economía Naranja
Todos somos más felices entendiendo la economía naranja

El naranja es un color llamativo, vivaz, y alegre, y desde el antiguo Egipto se utilizaba para adornar la tumba de los faraones; es un color que inspira cultura e identidad. Quizás sea por ello que represente a la rama de la economía dedicada a la producción de bienes y servicios creativos, tales como artes visuales, cine, videojuegos, radio, teatro y más, la economía naranja es genial.

La economía naranja se basan en bienes y servicios cuyo valor está dado por la propiedad intelectual, su originalidad, y el hecho de que fue producido por una mente o equipo creativo y no por otro, de ahí la denominación de “mentefacturas”. Estos productos están protegidos, o al menos deberían, por las leyes de propiedad intelectual y derechos de autor.

Un mercado histórico con cada vez más oportunidades

El libro “Cien años de soledad” de Gabriel García Marquez, las pinturas de Frida Kahlo, las canciones de Maná o las películas de Hollywood son ejemplos de esta industria de las ideas, así como los servicios de diseño gráfico, los artículos , las fotografías o el desarrollo de software.

Si antes era muy difícil para un autor conseguir una editorial que lo publicase hoy hay infinitas editoriales pequeñas o la posibilidad de autopublicarse en sitios como Amazon; y lo mismo pasa en ramas como la creación de aplicaciones para teléfonos, donde a veces el desarrollo creativo y el impulso de la venta es todo a pulmón y por la misma persona. Es decir, las oportunidades han crecido exponencialmente muchísimo.

El libro de la Economía Naranja

Felipe Buitrago Restrepo e Iván Duque Márquez son autores del libro “La economía naranja: una oportunidad infinita”, y allí dividen a este sector entre bienes y servicios creativos. Ejemplos de bienes creativos serían las artes visuales, los juguetes o las artesanías, y por servicios creativos entendemos la arquitectura, la publicidad, etc., allí vendemos una idea que posteriormente se materializará. Ambos autores afirman que este sector de la economía es el que menos se ve resentido por las crisis económicas, por ser menos volátil; eso significa que a diferencia de los commodities, como podría ser el petróleo, el consumo de mentefacturas se ve mucho menos afectado en épocas de recesión.

Servicios en la Economía Naranja

En el caso de los servicios, cuya exportación se ve favorecida por las redes e internet, el crecimiento es vertiginoso y representa una gran oportunidad económica que debe ser aprovechada. Si bien tomando América en su conjunto el continente lleva la delantera por el gigante aporte de Estados Unidos , apenas el 1,77% de las exportaciones de bienes creativos se origina hoy en día en Latinoamérica y el Caribe. Es por ello que los autores del libro hablan de la economía naranja como una “oportunidad infinita”, ya que apostar a ella implica para los países de América Latina la posibilidad de incrementar sus activos comerciales y sacar provecho de la inmensa riqueza y herencia cultural que tenemos en estas tierras.

Volumen de la Economía Naranja

Actualmente la economía naranja representa un 4% del PBI de América Latina. Para realmente darle un empuje a la economía naranja lo que se debe hacer es respaldar desde las empresas y los gobiernos a aquellos quienes aportan ideas: los autores. Esto se puede hacer a través de su patrocinio, su impulso y la protección de las leyes de propiedad intelectual. Sabemos que este ultimo es un gran problema en América Latina donde las leyes que protegen a los autores son bastante flexibles y el “robo” o copia de ideas moneda corriente. Además está el problema de aquellas partes de la industria naranja donde no están tan claros los límites, como es el caso de la moda. Sería interesante sentarse a debatir dónde están los límites y cómo se puede hacer para acompañar y contener a creadores de todas las áreas.

Nuevas tecnologías: el futuro llegó

Las nuevas tecnologías, como redes sociales, teléfonos inteligentes y el contenido por streaming, por poner algunos ejemplos, aportan interesantes oportunidades para que los países de América Latina logren introducir contenidos propios en grandes mercados internacionales. Sin embargo es sabido que los costos de producción son altos. Es allí donde los pequeños creativos deben buscar el respaldo de empresas o entes públicos que den impulso a sus proyectos. Cuando la creatividad es bien valorada pueden surgir grandes promesas de entre artistas desconocidos.

Innovación y creatividad

Si bien tradicionalmente se ha entendido la innovación como la mejora en términos funcionales de los productos. Dentro del ámbito de la economía naranja se entiende también como la creatividad en la mejora o cambio del aspecto de algo. En este sentido se introducen innovaciones en el arte visual, la moda, la música y muchas otras ramas de la cultura y el arte. Esta innovación tiene claramente un valor económico y podemos ponerle precio. Ya que un consumidor estará dispuesto a pagar más por un diseño más atractivo aunque funcionalmente no le aporte nada significativamente nuevo.

Cuando decimos que es necesario impulsar la industria creativa también nos referimos a brindar apoyo a la innovación; más allá del concepto tradicional relacionado a la función.

Quien entiende la economía naranja, ha entendido todo

Con este gran panaroma sobre la economía naranja tenemos mucho trabajo por hacer. En los próximos años veremos un vertiginoso crecimiento de las mentefacturas y no querremos quedar relegados por no haber entendido su importancia económica.

Conociendo lo difícil que resulta para artistas y creativos lograr que sus obras y productos se hagan conocidas; pero teniendo en cuenta el valor incalculable que representa para nuestra sociedad, no solo a nivel cultural sino a nivel económico también. Es que algunas marcas se vuelcan a brindar apoyo a la economía naranja, una parte fundamental en el desarrollo de todo país. Tal es el caso de Jesster Studio, que es una marca surgida de movimientos culturales. Estamos comprometidos con el impulso del arte y la cultura, apoyando a colectivos artísticos con sus servicios y asesoría. Los artistas y creativos deben sentir el respaldo, y tener la confianza para dar el salto es fundamental, esto supone hacer realidad sus creaciones.


La economía naranja como valor agregado tiene un importante valor social. Esto es el de aportar al cierre de la brecha entre los que más tienen con los que menos tienen. Porque brinda oportunidades de crecimiento a sectores de la población que pueden recurrir a la creatividad para producir, y no es poco.

Cynthia Vilaplana

Más Sobre la Economía Naranja

Descarga Gratis el libro de la Economía Naranja del Sitio oficial del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).